"Antes todo era sencillez, rusticidad, paz. Y de pronto el valle se vio invadido por las máquinas; el mediodía fue roto por el grito estridente de las sirenas [...]. Así como el paisaje, los rostros cambiaron también. Ya no era la cara ancha y sonrosada del sembrador; ya no las mejillas frutales de las muchachas ni los ojos risueños de los niños. Eran...