Portul

Portul, el navegante de las nubes, relata el instante previo al amanecer, cuando la oscuridad todavía domina y los miedos no quieren espantarse. Sin embargo la claridad ya se anuncia y el festejo de la vida doblega a las fuerzas de la oscuridad: es lindo no tenerle miedo a nada, es lindo ser feliz, concluye Chus, el pequeño visitante de una casa de campo en la población de Guasca.

Cuando el miedo a las alturas, el último de los miedos, haya sido derrotado, los lectores de Portul, el navegante de las nubes, entenderán el valor de los juguetes, las hadas y las fantasías para derrotar los temores y aprender a vivir feliz.