Calcular el tiempo de entrega
Dice la leyenda que al final de cada arcoíris existe un tesoro. Este tesoro sí existe, es el cliente. El arcoíris es el camino del cautivar, del encantar; del entender al cliente de manera extraordinaria, con competencia, con pasión, con entusiasmo, de modo que, a cada momento de la verdad experimentado, el cliente diga: ¡Ah! ¡Yo no creo! Siguiendo este camino, seguramente todas las puertas se nos abrirán. ¡Pruebe!