Tras fallecer Edipo, el rey de Tebas, sus dos hijos Eteocles y Polinices acuerdan reinar en alternancia, pero Eteocles termina negándose a ceder el poder a Polinices cuando llega su turno. Enfurecido, Polinices se va en contra de su hermano y por lo tanto de Tebas, enfrentándose en una cruenta guerra en la que ambos mueren.
Creonte, su tío, tomando su lugar en el trono, prohíbe que se dé sepultura a Polinices por haberse levantado en contra de la ciudad. Antígona, hija de Edipo y hermana de Polinices, decide ignorar la orden y enterrar a su hermano, oponiéndose así a la ley de los hombres y también a la ley de los dioses, buscando su propia desgracia.