Este libro reúne cincuenta cuentos breves, sin divisiones y sin otra concepción de unidad que el hecho de que todos los textos corresponden al mismo género, al mismo estilo y a la misma y muy definida voz narrativa. Textos impecables, de una eficacia y economía literarias asombrosas. Cuentos que son thrillers, es decir, y a pesar de su brevedad, piezas narrativas que alcanzan a proponer un misterio, un suspenso (a veces kafkiano, tanto más emotivo por lo absurdo de las situaciones planteadas) que se resuelve uno o dos párrafos más adelante.