Tras verse arrastrados al infierno, a Lyam y Yala no les queda más remedio que unirse a Nilia para lograr salir de allí, acompañados del extraño Raven y del humano Rick.
Mientras tanto, en el Cielo, Asius intenta repeler él solo los intentos de Tanon y los demonios, al tiempo que busca al traidor. Pero ni los demonios ni los ángeles deberían subestimar a los humanos que están en la Tierra, sobre todo cuando tienen la ayuda de ángeles tan poderosos como Sirian.