Continuación de El amor es un rinoceronte, este libro aborda, de forma divertida, la timidez, la adolescencia y el primer amor.
Desde que me enamoré de ti, los rinocerontes habitan mi cuerpo. Han ocupado hasta el último rincón: mi estómago, mi corazón —y lo que es peor, mi cabeza—, pues me molestan cuando estoy pensando. Creo que en las últimas dos semanas logré dominar los rinocerontes. Pero siento que acaban de volver a salir de algún agujero corriendo y haciendo ruido.
El primer beso fue tan hermoso. Pero desde entonces, Jan se comporta muy raro. ¿Qué es lo que pasa con él? Lea continua escribiendo su carta de amor y se propone expulsar definitivamente a los fastidiosos rinocerontes. Pero del dicho al hecho...
Finalmente Lea y Jan se han besado: el inicio de una bella historia de amor. ¿O no?
La torpeza adolescente de Jan corre el riesgo de arruinarlo todo y Lea empieza a encontrarse con diversos tropiezos. Ni los problemas ni los rinocerontes dejarán en paz a Lea por un buen tiempo. Pero ahora, al menos, podrá explorar su talento como artista, aun cuando muchos quieran sabotearla o robarle su trabajo.