Marianela es un producto literario de la razón como eje de todas las cosas que rodean al mundo. El autor hereda el ánimo enciclopedista francés del siglo XVIII, Siglo de las Luces, y crea con la novela una línea de resistencia al romanticismo que hacía furor en Inglaterra y Alemania, que pregonaba con entusiasmo febril la subjetividad, la imaginación y los valores del sentimiento. La obra está enmarcada en el ímpetu del pensamiento racionalista, que sedujo a muchos intelectuales y lectores del siglo XIX.
En Marianela proclama el desarrollo del ser humano gracias a la técnica, y tiene fe en que la ciencia despejará el camino de la sabiduría, fundada en la experiencia y no en la ilusión. Marianela es una joven indefensa, huérfana, que desde su conciencia de inferioridad asume con inocencia y vigor la supervivencia cotidiana en medio de la insensibilidad social.