Calcular el tiempo de entrega
Desde los «No es mi culpa» hasta los «Siempre me siento culpable», la toma de responsabilidades suele ser mal llevada, y las nociones de responsabilidad y culpabilidad, confundidas. Sin embargo, una justa medida en la toma de responsabilidades es fundamental para nuestro bienestar. Si cargamos con muy pocas, nos posicionamos como víctimas; si cargamos con demasiadas, tendemos a culpabilizarnos. Entre los dos extremos se llega a un equilibrio delicado cuando cada uno asume todas, y únicamente, las responsabilidades que le corresponden: la responsabilidad de sus actos, palabras, pensamientos y sentimientos. Asumir todas sus responsabilidades, pero solo sus responsabilidades: esa es la clave del respeto y de la calidad de las relaciones. Es lo que demuestra este libro en términos claros y concretos, ilustrando con numerosos ejemplos de la vida cotidiana.