Una historia entrañable en torno a la situación que se puede vivir cuando uno de los miembros de una familia sufre de una enfermedad mental. Es el relato, lleno de magia, de dos personajes que logran vivir y crear un entorno donde reina la paz, la solidaridad y el amor.
Con palabras certeras y generosa compasión, Octavio Escobar da vida al tío Pipo, el hombre que desquicia la vida familiar con sus trastornos mentales. En medio de las colinas de Manizales y el nevado del Ruíz, el adolescente Alfredo crea una entrañable relación con este tío perturbado, “que caminaba alrededor de la fuente del patio, siempre en la dirección de las manecillas del reloj, para darle cuerda al universo”.