Esta historia busca que los niños guarden para siempre en su memoria, como algo especial, ese momento cuando, a media luz, en un tono mágico, nos transportamos juntos al mundo de la fantasía con esa llave maravillosa del «había una vez...». Nuestro personaje, Morita, nos muestra un mundo moderno donde también pueden existir los Príncipes.
La exaltación del valor de las cosas sencillas, el sentido de la amistad, la comprensión y el amor forman parte de esta divertida narración. La autora está convencida de que los miedos y las culpas no sirven para nada, pues de lo que se trata es de ser feliz.