Los miembros de la milicia están nerviosos porque van a ser retratados en un cuadro por Rembrandt, el pintor más talentoso y más famoso del país. ¿Quién estará adelante en el cuadro?, ¿el más valiente, el más listo o el más divertido?
Ana, la niña del vestido dorado, descubrirá que para el gran maestro lo importante es aquello que no se ve a simple vista.