"Los relatos de tío tigre, tío conejo y tantos otros cuentos que de niña escuchaba en las noches sin luz, por los que me resistía a ir a dormir, todavía me persiguen. Los reescribo buscando hacerlos más comprensibles para que los padres y los maestros comprometidos en la formación de los niños, encuentren la manera de transmitirlos. En este primer intento quiero que su inocencia les permita conservar esas imágenes mágicas que los llevarán a disfrutar de la historia".