¡Qué divertido es tener una hermana melliza! Pero, ¿has pensado en los problemas que esto traería? Las confundirían todo el tiempo, siempre habría alguien haciendo bromas y, lo peor de todo, tendrían que buscar la manera de verse diferentes, pues sería posible que ustedes mismas dudaran de ¡quién es quién!